Los alumnos de Segundo de la ESO del IES Nicolás Estévez Borges participan de un proyecto para tener un municipio más sostenible, más cercano y más verde e identifican más de cien lugares insalubres

No hace falta ser un ícono como Greta Thunberg para ser joven y luchar contra el cambio climático. Hay miles de chicos y chicas de todo el mundo preocupados por el futuro del planeta y una crisis medioambiental que, lejos de desaparecer, avanza a pasos agigantados.

Jóvenes que se implican y con pequeñas acciones contribuyen a que el municipio en el que viven sea un lugar más sostenible, más cercano y más verde.

Entre ellos se encuentran los alumnos y alumnas de segundo curso del IES Nicolás Estévez Borges, en Icod de los Vinos, quienes están inmersos en el proyecto Erasmus + Feeling blue? Go green! (¿Te sientes triste? ¡Vuélvete verde!), título que representa un juego de palabras: si sientes que algo va mal, dirige tus esfuerzos y tu dedicación a convertir el espacio donde vives en un entorno “verde” y sostenible desde el punto de vista medioambiental.

La iniciativa, que se puso en marcha en el año 2020 y se prolongará hasta 2023, se implementa en la asignatura de Prácticas Creativas y Comunicativas. Consiste de varias partes: la primera de ellas es identificar puntos insalubres en el municipio, es decir, aquellos que conllevan un peligro para la población, como pueden ser vertidos, aceras levantadas por árboles, basura incontrolada o abandonada en la vía pública, sitios donde falta una valla en el acceso a un estanque, grietas en la carretera que pueden ocasionar problemas a los viandantes, o coches abandonados desde hace mucho tiempo.

Lo cierto es que los alumnos recogieron casi cien lugares insalubres de la Ciudad del Drago que formaron parte de una exposición que visitaron hace dos semanas el alcalde, Francis González, y la concejal de Educación, Lourdes Tosco, quienes recogieron el compromiso de responder ante estos problemas y buscar una solución. Habrá algunos a los que no será posible hacerle frente por diferentes motivos, otros que no les corresponderá al Ayuntamiento al no ser la administración competente para ello, mientras que algunos sí pueden resolverse y además no requieren de grandes inversiones.

“Es una manera de hacer partícipes a los alumnos de la vida municipal, pero también de abrirles los ojos para que no tengan una actitud conformista ante la realidad que tienen, sino que vivan su pueblo y denuncien lo que no les gusta porque así tendrán un pueblo mejor. Los ciudadanos tenemos que ser exigentes con nosotros mismos y con quienes nos gobiernan”, recalca Juan José Dorta Jiménez, director del IES y uno de los docentes que imparte la asignatura.

En dos semanas, una representación de tres profesores y cinco alumnos viajan a Rumania a presentar este novedoso proyecto que se implementó en este curso escolar. Estarán siete días durante los cuales conocerán las realidades de otros países europeos como Italia, Portugal y Francia, que también participan de este proyecto europeo.

En sus tres años de duración -pandemia de por medio- se han desarrollado diferentes acciones con actitud verde, como la celebración de los días internacionales asociados al medio ambiente y la ecología, talleres, exposiciones, concursos, eventos culturales y deportivos, labores de investigación y la creación den el centro de un Comité Medioambiental.

En el término de seis meses, es decir al comienzo del próximo curso escolar, los responsables políticos llevarán fotos de las mejoras acometidas, con las que también se realizará una nueva exposición para mostrar los cambios que han supuesto para la población. Este último paso dará por finalizado este primer proyecto que tendrá continuidad en los próximos años.

“Se trata que tanto las autoridades municipales como cada uno de los ciudadanos se impliquen en la construcción de una Europa más cercana, más conocida, más sostenible y más verde”, insiste Dorta. Y ello pasa, inevitablemente, por un cambio en la perspectiva de la responsabilidad que tiene cada persona en la preservación del patrimonio natural y la limpieza y cuidado del entorno. Adoptar una ‘actitud verde’ no solo depende de los jóvenes que se comprometen con el planeta, sino también de toda la sociedad.