EL COMERCIANTE ICODENSE MATIAS SOPRANIS PRIMER REGIDOR DEL AYUNTAMIENTO REPUBLICANO DE CARACAS
Documentalista y divulgador: Miguel Edmundo Delgado López
Matías Sopranis fue uno de los más ricos y significados comerciantes de Caracas durante la segunda mitad del siglo XVIII. Defendió con ahínco el proceso independentista, por lo que fue regidor del primer Ayuntamiento republicano de Caracas y murió en 1814 encarcelado por los realistas en el presidio de La Guaira. Dejó como testimonio de amor por su pueblo natal en 1792 una hermosa custodia de plata sobredorada que en la actualidad se conserva en la parroquia de San Marcos. Formó parte del cosmos de la migración icodense a Venezuela. Había nacido en Ycod en torno a 1747.
Sus padres, José González Yanes y Ana Sopranis de Montesdeoca, pertenecían a sus grupos sociales intermedios. Eran pequeños propietarios que invertían algunas sumas de dinero en el comercio canario-americano. Un hermano de su madre, Melchor, había sido capellán de un buque de la carrera de Indias y otro escribano de su pueblo natal.
De los hijos del matrimonio González Sopranis tenemos constancia de que, junto con Matías Sopranis, emigró Melchor Antonio y Nicolás a tierras americanas. Su hermano Melchor Antonio, clérigo, había sido mayordomo y beneficiado interino de la parroquia de San Marcos y se trasladó como capellán de buque a La Guaira en 1776. Por su parte, su otro hermano Nicolás, dedicado al comercio viajó a La Habana (1761), Caracas (1762) y Londres (1766). Tras vivir varios años en la ciudad de Ávila, se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde ejerció como comerciante y fue su alcalde. Contrajo matrimonio con María Elena Russell, hija del acaudalado mercader irlandés Thomas Russell.
Matías Sopranis comenzó como pequeño mercader en Caracas, para alcanzar una sólida posición en la órbita comercial y ser bastante pronto comerciante, inscribiéndose como tal en el Real Consulado de Caracas. Téngase en cuenta que para tal acto debía de demostrar poseer capital por valor de más de 30000 pesos, lo que era una cantidad muy elevada en su tiempo. El rango de comerciante estaba equiparado al de hacendado y presentaba tal ribete nobiliario que tenía expresamente prohibido llevar almacenes directamente. Matías participó activamente en un amplio número de negocios en la expansiva
sociedad caraqueña del último tercio del siglo XVIII. Financió el pasaje de numerosos icodenses que deseaban emigrar a tierras venezolanas y protegió con sus influencias a no pocos de ellos, entre los que destacaba su pariente Agustín Sopranis, acusado de destierro de la provincia por abandono en su ciudad natal de su mujer. El amor por su pueblo: Ycod, lo mostró en 1792 con la donación a su parroquia de San Marcos, de una espléndida custodia de plata sobredorada (1).
Residiendo en Venezuela casó con la valenciana de origen icodense Margarita Sanoja, que había enviudado muy joven y que contrajo segundas nupcias con Matías Sopranis.
Doña Margarita había tenido doce hijos de su primer matrimonio con Francisco Salías, entre la que se encontraban junto con Vicente Juan, Mariano, Carlos, Pedro, Vicente (2) y Francisco.
Con la escasa herencia de su marido, se hallaba imposibilitada para alimentar a tan elevada prole, por lo que fue esencial para su supervivencia el casamiento con Matías. Éste los protegió y les dio cariño, hasta el punto de que los dejó como herederos. En su matrimonio tuvieron además dos hijas, Mercedes y Rosa, que murieron en su infancia. Supo inculcar en ellos el pensamiento ilustrado y liberal que le caracterizó y las ideas emancipadoras de las que todos participaron. Los cinco varones llegarían a ser militares en las tropas independentistas. Matías Sopranis influiría por sus ideas en la educación de la numerosa descendencia de doña Margarita Sanoja de su anterior matrimonio con Francisco Salías.
El Precursor don Francisco Miranda, pasó buena parte de su estancia caraqueña durante la Primera República en la casa de este comerciante icodense en la plazoleta de San Pablo. Allí efectuó reuniones periódicas con los dirigentes de la política local de la ciudad. Esa mansión fue el centro de una tertulia, impulsada por Marcos Sopranis, su mujer Margarita Sanoja y los hijos de ésta. Miranda siguió como su huésped hasta fines de 1811, cuando trasladó su domicilio a la casa de su gran amigo el sacerdote José Manuel Martel (3).
Sopranis participó activamente en un amplio número de negocios en la expansiva sociedad caraqueña del último tercio del siglo XVIII. Se opuso activamente al monopolio gaditano del comercio venezolano, lo que le llevó a distanciarse de los sectores mercantiles españoles vinculados al puerto andaluz. Fue consciente de las elevadas posibilidades que ofrecía un cultivo hasta entonces desconocido en Venezuela como el café y arrendó una hacienda para ese fin en la muy apta zona de San Antonio de los Altos, donde se cultivaba el mejor café venezolano. San Antonio era un pueblo fundado por emigrantes isleños en 1683 y tenía como característica la propiedad comunal de las tierras entre sus fundadores, por lo que sólo pudo arrendar la hacienda en el municipio que hoy lleva el nombre de sus entenados (4).
Cuando acontece el proceso emancipador en Venezuela, Matías se integra en él como la gran mayoría de hacendados y comerciantes isleños.
Cuando estalló la rebelión de los isleños, en 1811, el ayuntamiento de Caracas
y el tribunal de policía caraqueño estaba copado por canarios partidarios de la
independencia: Casiano Medranda, Pedro Eduardo, José Melo Navarrete, Onofre y Rodulfo Vasallo y Matías Sopranis como regidores, Domingo Ascanio Franchi Alfaro, como Corregidor.
Cuando la contrarrevolución encabezada por su paisano, el lagunero Domingo Monteverde, toma, en 1812, la capital venezolana, es protegido como los demás compatriotas que se habían significado por su apoyo a la causa independentista. Pero con la nueva insurrección realista que en 1814 lleva a Boves (5) a la segunda toma de Caracas, se le incautan sus bienes por el Gobierno y le encarcela en La Guaira, donde, víctima de la presión y de la hostilidad de la restauración monárquica, muere en su presidio ese mismo año.
Su viuda, doña Margarita Sanoja, relató en su testamentaría de 1823 que su cónyuge había otorgado en los años de 1812 o 1813 un testamento donde ella y los hijos de su primer matrimonio quedaban instituidos como herederos. En su escrito refirió que tuvo a bien reservar en su poder la insinuada memoria testamental llevándola consigo entre los demás papeles y libros de su giro mercantil, cuando por la entrada de las armas del gobierno español, se vio en la estrecha necesidad de emigrar en unión mía y de todos los demás mis hijos del primer consorcio, embarcándose en el puerto de La Guaira con dirección a una de las colonias extranjeras. Por desgracia fue apresado el buque que nos conducía por un corsario español y llevados al puerto de la Vela de Coro, en donde fuimos tirados en la mayor inhumanidad, despojándonos de cuantos papeles llevaba el insinuado mi marido Sopranis, entre los que fue incluida su memoria testamental; y después de crueles tratamientos fue conducido mi marido al puerto de La Guaira y sepultado en las bóvedas donde murió desdichadamente, quedando yo y mis hijas en la ciudad de Coro, en donde fuimos mejor tratados, hasta que por una particular Providencia del cielo, pudimos regresarnos a esta ciudad.
En su solicitud pedía que se le reconociese la propiedad de su mansión de la plaza de San Pablo, que poseía desde que contrajo su primer matrimonio, valorada en tres mil pesos, pero que por reedificaciones posteriores realizadas en el segundo había aumentado considerablemente su valor, alcanzando casi
la suma de once mil reales.
Estrecha fue la amistad de esta familia con Francisco de Miranda, hasta el punto que cuando éste fue designado para dirigir el ejército seleccionó a tres de los hermanos Salías (Francisco, Juan y Matías) para tenerlos a su lado como edecanes (6), pero especialmente con Vicente, redactor del Patriota de Venezuela y de la Gaceta de Caracas, al que la Junta Suprema le encomendó
una misión diplomática en Curaçao y Jamaica y que fue secretario de Hacienda en 1811. Tal fue la confianza con este último que depositó en él valiosísimos documentos. El 31 de mayo de 1815 una relación del general Pablo Morillo al secretario de Estado al tratar sobre las Actas celebradas en Caracas desde el 19 de abril de 1810 hasta el 30 de julio de 1812, decía que el Archivo del Poder Ejecutivo Federal estaba en manos de Miranda en la ciudad de La Victoria, quien remitió parte de él a La Guaira y que otra parte pasó a Caracas a la casa de Vicente Salias.
FUENTES:
– Los Canarios en la Independencia de Venezuela – Autor: Manuel Hernández González
– Francisco de Miranda y Canarias – Autor: Manuel Hernández González
– Universidad e Ilustración en Venezuela: la medicina y la penetración del experimentalismo – Autor: Manuel Hernández González
– Sacerdotes que sirvieron a la causa de la Independencia de Venezuela de 1797 a 1823 – Autor: Iltmo. Sr. Doctor Juan Bautista Castro, Arzobispo de Caracas y de Venezuela
– La Iglesia de San Marcos Evangelista de Ycod y vida del Siervo de Dios Fray Juan de Jesús – Autor: Domingo Martínez de la Peña.
NOTAS:
(1) La Iglesia de San Marcos Evangelista de Ycod y vida del Siervo de Dios Fray Juan de Jesús – Autor: Domingo Martínez de la Peña.
(2) A Vicente Salías se le atribuye la letra del himno nacional de Venezuela Gloria al bravo pueblo. Preso en las cárceles de La Guaira con la restauración monárquica, fue liberado por un indulto de las Cortes de Cádiz. Tras el avance de las tropas de Boves, huyó hacia Curaçao, pero su buque fue apresado por el corsario Valiente Boves, que lo condujo a Puerto Cabello, donde fue fusilado el 17 de septiembre de 1814.
(3) Sacerdotes que sirvieron a la causa de la Independencia de Venezuela de 1797 a 1823 – Autor: Iltmo. Sr. Doctor Juan Bautista Castro, Arzobispo de Caracas y de Venezuela.
(4) Entenado o hijastro es el hijo de la persona con la que está casado alguien.
(5) José Tomás Millán de Boves y de la Iglesia (Oviedo, 18 de septiembre de 1782 – Urica, 5 de diciembre de 1814), también conocido como el León de los Llanos, el Urogallo, la Bestia a caballo o simplemente Taita, fue un militar español, comandante del Ejército Real de Barlovento (también llamada la Legión Infernal) y caudillo de los llaneros en el transcurso de la guerra de Independencia de Venezuela durante la Segunda República (1813-1814).
(6) Edecan es un Ayudante de campo (oficial militar).