Calle de las Angustias

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La calle de las Angustias es una de las más antiguas de Icod. Discurre paralela por un lado al barranco conocido antiguamente como Río de Icod, y por otro a la calle Hércules, con la que comunica mediante varias calles transversales, desembocando en la ermita de las Angustias, de la que toma el nombre.

LOS TERRENOS DEL ADELANTADO ALONSO FERNÁNDEZ DE LUGO EN ICOD

Poco después de la conquista de Tenerife, el Adelantado Alonso Fernández de Lugo se adjudica en 1501 tierras con agua en la zona baja de Icod para la construcción de un ingenio azucarero. Concretamente, será la zona del barranco que pasa próximo al drago, llamado Río de Icod por la presencia de aguas de fuentes cercanas. Esta zona se conocería como el Adelantamiento, o con la denominación popular de Las Cañas, topónimo que ha llegado a nuestros días, y se extendía a lo largo de una línea que va desde las proximidades de la zona baja de la actual iglesia parroquial de San Marcos hasta el mar.

La necesidad de mano de obra para trabajar en las tierras del Adelantado atrajo a agricultores y especialistas en la producción de azúcar, además de otras labores, población que requería vivienda en las proximidades de los terrenos, lo que daría lugar al primer asentamiento urbano. La industria azucarera daría paso varias décadas después al cultivo de la vid, que pronto alcanzaría un gran auge en la zona; Icod pasaría a conocerse como Icod de los Vinos por la floreciente actividad relacionada con este producto.
El Adelantado adjudicó terrenos para la construcción de viviendas, destinadas a la mano de obra para las primeras plantaciones de caña de azúcar. Así surge la calle más antigua de Icod, llamada calle Hércules o calle de Abajo, desde la zona de la actual iglesia de San Marcos hacia abajo.

La proximidad con el barranco, zona en la que se construirían molinos para aprovechar la presencia de agua, hace necesaria la apertura de la calle del Adelantado, que atravesaba su hacienda para comunicar la calle Hércules con el barranco, facilitando a los vecinos de la zona la utilización de las aguas. Desde la iglesia, el camino que bajaba hacia la zona de los molinos se llamaba calle de los Molinos, pasando a llamarse calle de las Angustias una vez construida la ermita del mismo nombre; esta calle discurre casi paralela a la calle Hércules, con la que quedaría comunicada mediante la citada calle transversal del Adelantado y otra calle conocida como del Pez.

En el entorno de la ermita de las Angustias se encontraría la desaparecida casa de su patrono, don Marcos de Torres Borges, de la que se conserva parte del muro almenado en la calle de Angustias. Por debajo de la ermita existía un molino, hoy reformado para vivienda, que se conocía como Molino Nuevo.

La plaza de la ermita y su entorno fue escenario de festejos populares en honor a la Virgen. Una de estas tradiciones llegada a nuestros días es el recorrido de la librea, protagonizada por un gigantesco muñeco con cabeza de monstruo y cuernos de diablo, que acompañado de una diabla y otros diablitos y cabezudos, recorren las calles del barrio persiguiendo a los muchachos que corren delante, al ritmo del tajaraste, baile tradicional.

¿SABÍAS QUE…?

Las libreas son una de las manifestaciones festivas más características de Tenerife, y que en la zona noroeste toma la forma de diablos. La librea, según el Diccionario de la Real Academia, es un traje que se utilizaba para distinguir a los criados que estaban al servicio de señores, pero también eran los uniformes usados por las cuadrillas de caballeros en los festejos públicos. En las islas se conciben como disfraz, usado en carnavales y fiestas patronales, y se adoptan por su significación como evasión de los roles convencionales propia de los ambientes festivos. La librea, entendida como festejo, es sobre todo un baile de clases bajas que en la festividad de Nuestra Señora de las Angustias estaba protagonizada por hombres disfrazados, algunos con atuendos femeninos, que bailaban dentro de la procesión del Corpus Christi al compás del tambor a la espera de la salida de los diablos. Este tipo de escenificación entró en conflicto con los sectores más conservadores, que abogaban por un culto más solemne, por lo que se eliminaron del Corpus y otras festividades parroquiales y se mantuvo solo en las fiestas campesinas. Sin embargo, esta medida no consiguió terminar con una costumbre que en la actualidad forma parte del patrimonio inmaterial de la ciudad de Icod de los Vinos.

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Proyecto de Empleo Subvencionado por el CABILDO INSULAR DE TENERIFE en el marco de programa MEDI FDCAN con la colaboracion del Excmo. Ayuntamiento de Icod de los Vinos y realizado por el equipo de Icod Sostenible 2022

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