Hacienda de las cañas

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La Hacienda de Las Cañas, también conocida como Hacienda de Gallegos, es una amplia hacienda, visible desde la carretera TF-42, situada en el valle del mismo nombre y colindante con la Hacienda de La Coronela. Se trata de una de las haciendas vitícolas más importantes de la zona costera de Icod, cuyo origen se remonta al siglo XVI, si bien la construcción actual es obra de 1942 y los terrenos han cambiado su cultivo original, la viña, por amplias extensiones de plátano.

EL VALLE DE LAS CAÑAS Y EL ORIGEN DE LAS GRANDES HACIENDAS VITÍCOLAS

El valle de las Cañas en el que se sitúa la hacienda era una de las áreas dedicada a la producción vitícola más importantes de Icod gracias a su proximidad al agua de riego, permitiendo el cultivo de malvasía, base de una floreciente industria de exportación. Originalmente estos terrenos ocupados por el Adelantado se dedicaron a la caña de azúcar, pero desde 1540 son sustituidos por el viñedo, aunque el verdadero auge de este cultivo no llega hasta mediados del siglo XVII favorecido por el reparto de aguas del heredamiento de Icod, perteneciente a los príncipes de Asculi, herederos del mayorazgo del Adelantamiento Mayor de Canarias.

En 1506, Alonso Fernández de Lugo dio en arrendamiento su explotación; en 1528 su hijo don Pedro Fernández de Lugo donó el heredamiento de Icod a su mujer Inés de Herrera. El ingenio azucarero ya era poco rentable por entonces, sobre todo tras el aluvión de 1531 que arrasó los cañaverales y dio su nombre histórico al Barranco de Caforiño, que durante toda la edad moderna se denominó Barranco de las Avenidas. El heredamiento de Icod fue incorporado, junto con el heredamiento de Los Sauces en La Palma, al mayorazgo fundado por doña Inés de Herrera en 1535. En 1541 el heredero del mayorazgo solicitó a la Corona la autorización real para cambiar el cultivo por el de vid, repartiendo las tierras en pequeñas parcelas a cambio de tributos, con lo que poco tiempo después los únicos testimonios que quedaban del antiguo ingenio fueron el topónimo de las Cañas, el estanque del heredamiento, que continuó usándose hasta el siglo XIX, y los molinos harineros situados bajo el pueblo.

Tiempo después de estos primeros repartimientos se sucederían otros, en este caso de las aguas de riego, que debieron producirse entre fines del siglo XVI y comienzos del XVII. Las aguas del Río Grande de Icod pertenecían al mayorazgo del Adelantamiento Mayor de Canarias, pero el régimen de disfrute de las aguas por parte del mayorazgo estuvo siempre condicionado por la concesión de derechos de riego que otorgó el Adelantado a algunos propietarios a cambio de una renta anual; este repartimiento de las aguas fue el origen de las grandes haciendas vitícolas en la zona costera de Icod de los Vinos, si bien en la actualidad apenas quedan unas pocas de estas antiguas haciendas, desmanteladas tras la crisis del viñedo en el XIX y sobre todo tras la transformación radical del paisaje en la zona costera debido a la sorriba de terrenos para extensión del cultivo de la platanera.

LA HACIENDA DE GALLEGOS O DE LAS CAÑAS

Los orígenes de la Hacienda de Las Cañas perteneciente al mayorazgo de Gallegos resultan confusos. Según un pleito suscitado entre 1806 y 1832 entre doña Catalina Prieto del Hoyo y sus herederos y don Diego Eusebio Gallegos, la hacienda procedía de la viña que había pertenecido en 1573 al portugués Antonio Afonso y su mujer María Hernández. La hacienda pasa de unas manos a otras durante años hasta ser adquirida por Salvador Afonso Gallegos quien la cedió a su hijo Domingo Albornoz Gallegos, siendo este el origen de la viña de Las Cañas con su casa, lagar y dulas de agua, por las que se pagaba tributo a los príncipes de Ásculi. Desde entonces la Hacienda de Las Cañas, o de Gallegos, formó parte del mayorazgo fundado por Salvador Afonso Gallegos y su mujer María de Rojas Montiel en 1647, patronos del convento de monjas bernardas de Icod. Sus descendientes residieron en Icod hasta fines del siglo XVIII, momento en que emigró a Venezuela don Diego Eusebio Gallegos.

Gracias a la existencia de un contrato de arrendamiento de 1823 tenemos datos sobre cómo era la hacienda, que incluía viñedo, árboles y tierras de huerta, casa, bodega y dos lagares. La hacienda poseía además un caudal propio consistente en tres días de riego de las aguas del Asomadero del Barranco de la Vega (luego Barranco de La Torre), aparte de una pequeña fuente que era conducida al patio de la hacienda y que era propiedad exclusiva del mayorazgo.

La Hacienda de Las Cañas fue adquirida por el coronel don Fernando de León Molina y Huerta, primer marqués de Santa Lucía antes de 1833, quien había adquirido otras haciendas y viñas en la zona. La Hacienda y su ermita de San Joaquín, fue reproducida en el grabado de J. J. Williams con el nombre de “Vue de l’habitation du Governeur d’Icod de los Vinos, près de la ville de ce nom”, que debió realizarse entre 1833 y 1836.

Respecto a la ermita de San Joaquín y las casas principales de la hacienda parece que ya existían en 1706, pues según relata J. Viera y Clavijo las monjas del convento concepcionista de Garachico, destruido por el volcán de Trebejos, se refugiaron en esta ermita de San Joaquín antes de pasar a acogerse al convento de monjas bernardas de Icod.

LA EVOLUCIÓN CONTEMPORÁNEA

Al igual que sucedió con el resto del enorme patrimonio acumulado por los marqueses de Santa Lucía, la Hacienda de Las Cañas se fragmentó a fines del siglo XIX; mitad de la Hacienda de Las Cañas pasó a manos de María del Carmen León-Huerta y Cólogan, sobrina del IV marqués de Santa Lucía, mientras que otra parte de la hacienda fue vendida en 1882 por Fernando León Huerta y Salazar, III marqués de Santa Lucía, a Elisa de Ponte y Hoyo, marquesa viuda de El Sauzal; esta parte tenía viña y árboles, con su casa alta, una bodega, lagares, un pajar y dos casitas de teja para los medianeros, además de una estufa para secar la cochinilla (desde 1866 la propiedad se destinaba al cultivo de la cochinilla y a los cultivos ordinarios como el millo y las papas). A fines de la década de 1880 los marqueses del Sauzal, dedicaron la hacienda, junto con las haciendas de La Palmita y La Torre en Icod y la Hacienda de Daute en Los Silos, a la explotación azucarera, arrendándola a fines del siglo XIX la compañía inglesa Lathbury. La caña era transportada por barco desde la caleta de San Marcos hasta el muelle de Daute, donde se había instalado la máquina azucarera de la compañía para el procesado de la caña. En esta parte de la Hacienda de Las Cañas que adquirió la marquesa del Sauzal es donde se levantó la moderna casa de Las Cañas, proyectada por el arquitecto Tomás Machado en 1942.

DESCRIPCIÓN DE LA FINCA ACTUAL

La edificación moderna consiste en un edificio de dos plantas en L, junto al Barranco de Caforiño. Su diseño repite las antiguas haciendas de la zona, e incorpora elementos como el balcón en fachada, chimenea con pináculo y blasón en fachada. Tiene zona de semisótano para adaptarse al desnivel del terreno, planta baja con vestíbulo, sala con terraza y pérgola, y estancias como dormitorio de servicio, cocina con despensa y comedor de servicio, antecomedor y comedor principal, y planta alta con sala grande, cinco dormitorios y dos baños. Al exterior destaca la galería orientada hacia la costa y fachada principal hacia la montaña. En sus inmediaciones se conserva aún una de las casas de medianeros donde se reconoce la bóveda de la estufa para secar la cochinilla. En cuanto a la casona y ermita de San Joaquín de la época del mayorazgo de Gallegos, según información oral de don Luis López de Ayala, en la parte de la finca de Las Cañas que adquirió doña Elisa de Ponte y Hoyo se conservaban aún en el siglo XX los restos de una casa en ruinas que podría tratarse de la misma del grabado de J. J. Williams, y que se demolieron cuando se construyó la casona actual, o cuando los antiguos terrenos de la ladera y los bordes del Barranco de Caforiño fueron sorribados para dedicarlos a la platanera.

¿Dónde está?

HORARIO

Edificación Privada,
no es posible su visita

DIRECCIÓN

Barrio Cañas, 4A, 38434, Santa Cruz de Tenerife

Proyecto de Empleo Subvencionado por el CABILDO INSULAR DE TENERIFE en el marco de programa MEDI FDCAN con la colaboracion del Excmo. Ayuntamiento de Icod de los Vinos y realizado por el equipo de Icod Sostenible 2022

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