La plaza del Calvario tiene su origen en la ermita de Ntra. Sra. de los Afligidos construida por el alférez Don Matías Antonio Sopranis un poco antes de 1750. Es una plaza que se encuentra sobreelevada, por lo que el acceso a la misma tiene lugar por una escalinata. La zona en la que se levantó era conocida como malpaís y se encontraba por entonces en las afueras del conjunto urbano, en un paraje en el que apenas había construcciones. Hoy la ermita y su entorno están protegidas por la declaración como Bien de Interés Cultural.

Frente a la plaza se construye el edificio de cocheras en 1888, que supondrá un constante flujo de vehículos en esta zona, convirtiendo este punto en auténtico nudo de comunicación de Icod con la capital y otras poblaciones del norte, y propiciando el crecimiento y expansión del casco urbano hacia esta zona.

Nuevas obras tendrán lugar a comienzos del siglo XX, a cargo del arquitecto Domingo Pisaca quien ensancha la zona baja frente a las cocheras, retranqueando la plaza a la que dota de escalinatas de acceso, jardines y cerramiento con verja de hierro que no llegó a colocarse, todo ello en estilo ecléctico en el que se mezclan volutas, ánforas y muros formando parterres.

La plaza es el escenario de las fiestas del Santísimo Cristo del Calvario, festividad que junto con la de San Marcos es la más importante de las celebradas en Icod. Tiene lugar el último domingo de septiembre. Durante estos días la plaza se adorna con guirnaldas para acoger el recorrido del Cristo entre la ermita y la parroquia de San Marcos y los actos religiosos que tienen lugar durante estos días.