La conocida como Cueva de Don Gaspar es un espacio que fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Zona Arqueológica el 9 de mayo de 2006 por los restos arqueológicos encontrados en ella pertenecientes a la cultura guanche.
Se encuentra en el lugar conocido como Los Castañeros, donde se formaron unas cuevas en un nivel de tobas volcánicas de diversas tonalidades, entre los 475 y los 480 metros de altitud bajo una potente colada basáltica que culmina la ladera, y rodeado de abundante vegetación con especies como el incienso (Artemisia thuscula), vinagrera (Rumex lunaria), tabaiba amarga (Euphorbia obtusifolia), faya (Myrica faya), etc, que dificultan el acceso al lugar.

De las excavaciones se extrajo abundante material cerámico, lítico (sobre basalto y obsidiana), además de un fragmento de molino circular; adornos y cuentas realizadas en barro cocido, hueso y concha; también se encontraron abundantes restos de fauna terrestre y marina (cápridos, suidos, cánidos, félidos, spáridos, patélidos y otras especies malacológicas); así como semillas carbonizadas de trigo, cebada y habas.

La cueva nº 3 está próxima a las anteriores, es más pequeña y también tuvo uso habitacional, mientras que las numeradas como 4 y 5 son pequeñas oquedades sin función determinada. El conjunto arqueológico se completa con un antiguo naciente, de gran importancia en la ocupación de esta zona, y dos hornos de tejas, relativamente modernos, situados a una cota inferior (415 m), que son dos oquedades excavadas en un manto de toba, una de las cuales presenta un pilar que divide la entrada, y en cuyo interior se aprecian signos del proceso de cocción, y restos de tejas fabricadas en el lugar.