Esta pequeña plaza ocupa un lateral del convento franciscano del Espíritu Santo, y a ella abre la puerta lateral ubicada en el muro de la Epístola de su iglesia conventual. Con un pequeño estanque y jardín donde conviven algunas especies vegetales, la plaza se configura como un pequeño rincón verde en el casco urbano que completa uno de los conjuntos patrimoniales de mayor relevancia del municipio, el convento franciscano del Espíritu Santo, lo que le valió su declaración como Bien de Interés Cultural en el año 1986.

Hoy contemplamos un pequeño espacio urbano ajardinado, decorado con piedra volcánica y un pequeño estanque originariamente para patos, de donde deriva el nombre popular por el que se conocía a esta plaza, como Plaza de los patos. Ya en el siglo XX la plaza cambia su nombre por el de Plaza de Domínguez Alfonso.

Trabajó como diputado en defender la unidad de Canarias y la capitalidad de Santa Cruz de Tenerife, obteniendo para la isla grandes beneficios como la creación de la Escuela Superior de Comercio y la Real Academia de Medicina en Santa Cruz, y la Escuela Normal de Maestras para La Laguna. A pesar de tu ingente labor, murió en la pobreza, y en la actualidad se le ha reconocido dando su nombre a calles, plazas y otros espacios en varias localidades.